LA PARTIDA DE 
MARIELA ALBARÁN DE SANTOFIMIO
Durante más de medio siglo, la presencia en Ibagué de Mariela Albarán de Santofimio en el campo de la educación y la cultura se hizo proverbial. Los libros, la música, el teatro y el activismo profesional fueron su paisaje amado sin el cual no le era posible concebir la existencia. No sólo fue una anfitriona entusiasta y generosa de inolvidables tertulias, sino una mujer propositiva para que se desarrollaran en el cultivo de la educación y del saber los mejores proyectos que darían a la postre con resultados benéficos para la ciudad. Al lado de su esposo, el fallecido académico Ismael Santofimio Trujillo, saboreó la lectura incansable y el placer de la literatura y de la historia. Si bien es cierto durante los últimos años estuvo alejada de su participación en la tarea cultural, su partida deja el natural vacío al haber encarnado a una mujer que daba ejemplo en la construcción de región, pero quedan ahí grabados los recuerdos de su paso bienhechor. Junto a su marido participó de diversos centros literarios de varias generaciones y las tertulias con el grupo de Piedra y Cielo que integraran entre otros Arturo Camacho Ramírez, Eduardo Carranza y Jorge Rojas, la enamoraron de la conversación y de la atmósfera espiritual y poética que pudo cultivar hasta el final. En su casa visitada por personalidades como Juan Lozano y Lozano, cuyo marido fue suplente suyo en el Congreso, ayuda a planificar las tareas de Ismael que fuera rector de varias instituciones educativas como el Jorge Isaacs, el Murillo Toro y el Conservatorio de Música, independientemente que se desempeñara como directora de cultura en la Universidad del Tolima y directora del Fondo educativo regional entre otros cargos. Integró ella la Casa Popular de la Cultura junto a Antonio Camacho, Mario Arbeláez, Víctor Hugo Triana y Roberto Ruiz cuando se iniciaba la tarea de un grupo que hizo historia e iniciara el cine club del teatro Tolima o se dieran los comienzos de Pijao Editores. Jorge Elías Triana, Jorge Alí Triana, Germán Uribe Londoño, Alberto Santofimio Botero, tan cercanos a su vida, conformaron parte de su cotidianidad. Para sus hijos Daniel y Mariela, exitosa en la investigación, la escritura de cuentos, libretos y guiones para cine y televisión, junto a su esposo el legendario Carlos Duplat, van los sentimientos de solidaridad en el dolor por esta ausencia irremediable.

ARRIEROS Y FUNDADORES
Por: Carlos Orlando Pardo
Cincuenta años después de haber sido publicada esta obra fundamental sobre la colonización antioqueña en el Tolima y en particular la referente al Líbano, volvió a circular con fuerza esta valiosa obra de Eduardo Santa presentada en el marco de la Feria Internacional del Libro en Bogotá. El homenaje que se le rinde con justicia a través del volumen 30 de la Biblioteca de Autores Libanenses que avanza y se consolida cada año, nos permite disfrutar esta hazaña de hombres y mujeres que le dieron un nuevo rostro a la república al establecer no menos de cien poblaciones entre mediados y finales del siglo XIX. La investigación de entonces donde no sólo se observa rigor sino el rescate de la tradición oral al haber sido entrevistados hijos y nietos de fundadores, nos permite para hoy, pasado medio siglo, encontrar otra vez un relato fresco y apasionante. Aquí se nos retorna a un éxodo legendario de diversas familias que se vieron sometidas a los más diversos peligros en búsqueda de un hogar huyendo de la pobreza y de las guerras. Y lo encontraron en una tierra fértil donde construyeron con no pocos obstáculos y sacrificios la aldea que, por fortuna y bajo la tutela del después general Isidro Parra, vieron crecer como un sueño arrancado de su propio esfuerzo. El origen de su errancia, la descripción de los hombres y mujeres que llegaron primero, su participación en los enfrentamientos usuales por aquellos tiempos, la contribución a liderar el cultivo del café y la explosión y el ejercicio de tendencias que fueron aportando entre católicos, espiritistas, conservadores y liberales, entregan un panorama paradigmático   por el   respeto a   las ideas propias y  de los otros, combinadas en un clima cultural por la llegada de ingleses y franceses, alemanes y españoles, entre otros, cuyo idioma y costumbres parecían reflejar en apariencia una torre de Babel pero que con la música y la literatura, las ideas libertarias y la filosofía bajo un clima acariciante y fértil, dieron lugar al crecimiento de una población muy particular. La acertada y aleccionadora semblanza que se hace del general Isidro Parra asesinado tras la contienda de 1895 y cuyo cuerpo desnudo tendido en el parque del pueblo que él había fundado genera reflexiones sobre la inutilidad de la violencia, no deja que se olvide aquí cómo, además de haber sido un autodidacta destacado y quien conocía varios idiomas, era no tanto un hombre de la guerra sino un colono que se atrevió a llevar a lomo de mula un piano y una imprenta donde además de la revista Ánima, imprimió su traducción de La filosofía del ser. Con su ya proverbial estilo donde la claridad y el buen decir con limpieza de lenguaje nos lleva a un ritmo musical, la investigación que realizara nuestro talentoso escritor continúa dejando enseñanzas por la claridad de sus ejemplos. Fue maravilloso regresar al placer de la gestación y el desarrollo de esta hazaña y como siempre estar en el remanso no exento de poesía que nos entrega Eduardo Santa como un prosista de los grandes.

CUENTOS DEL TOLIMA: ANTOLOGÍA CRÍTICA
Por: Carlos Orlando Pardo

Miro con entusiasmo los tiempos desde cuando en 1978, hace ya 33 años, me dediqué a publicar antologías de cuento y poesía no sólo para inventariar por vez primera sino para estudiar y difundir a los autores de estos géneros en nuestra tierra. De aquellos días quedan vigentes Trece cuentistas colombianos, (1978), El Tolima cuenta, (1984), Cuentistas tolimenses, (1986), El Líbano cuenta, (1994) y Cuentistas tolimenses Siglo XX, (2002), independientemente que a la mayor parte les publiqué su libro en Pijao Editores, sin añadir los comentarios críticos que les realicé. Por eso ahora, me agrada registrar la aparición de una antología crítica de cuentos del Tolima que ha publicado la editorial Alma Mater bajo la dirección de los profesores Libardo Vargas, Jorge Ladino Gaitán y Leonardo Monroy, dinámicos docentes e investigadores de la Universidad del Tolima, al tiempo que integrantes de un paradigmático grupo de estudios de literatura colombiana. El hermoso volumen, salvo César Pérez a quien le publiqué una novela y Elmer Hernández,  trae relatos que incluí en el pasado, pero esta vez acompañados de agudas notas críticas y rubricando cómo las narraciones contenidas fueron ganadoras de concursos nacionales en diversos momentos. Se rotula a la universidad y no siempre es equivocado hacerlo, de mantener aislada de la realidad que la circunda como si fuera provincial y aldeano detenerse en la región porque otros son sus altos intereses y la parroquia no merece la atención a los autodenominados ciudadanos del mundo. De allí uno de los valores del libro que con criterio universal examina lo producido por los nuestros y relanza bajo nuevas miradas a escritores, buena parte de ellos, que son parte significativa dentro del inventario nacional de la narrativa. Meritorio entonces señalar el acierto de los antólogos que igualmente hacen lo propio con las novelas escritas por tolimenses, porque se requiere no abandonar la observación al producto de autores que han sido incluidos ya en antologías significativas del país y el exterior como La violencia diez veces contada de Germán Vargas, Pijao editores, El cuento colombiano contemporáneo I y II de Eduardo Pachón Padilla, Plaza y Janes, Obra en marcha I y II de Juan Gustavo Cobo Borda, Colcultura, Narrativa colombiana contemporánea de la Cámara de Comercio de Bogotá, La horrible noche de Peter Shultze Kraff, en alemán o Cuentistas hispanoamericanos en la Sorbona de Olver Gilberto de León, recientemente fallecido e inclusive la otra aparecida en francés bajo el título de A corazón abierto. Son muchas las razones para haber incursionado en esta tarea donde con emoción veo prolongada la mía y sólo resta que existan lectores con curiosidad para leer un libro valioso que exhibe sin egoísmos tanto la tarea crítica como a los cuentistas premiados de nuestra tierra. Las 387 páginas son un viaje reconfortante del cual no saldrán decepcionados quienes se atrevan a reposar y a inquietarse con unas historias bien contadas. 

TREINTA Y CINCO NUEVOS TÍTULOS PRESENTA LA EDITORIAL CAZA DE LIBROS EN LA FERIA INTERNACIONAL EN BOGOTÁ
Caza de libros que fundara y dirige Pablo Pardo desde hace tres años, para la Feria Internacional del Libro en Bogotá presenta treinta y cinco nuevos títulos que incluyen valiosos autores nacionales e internacionales incluidos en varias de las colecciones del ya renombrado sello editorial.  Con la serie azul, la beige, la de poetas colombianos Siglo XXI, la de antologías, su colección arma y pinta de literatura para niños y la de prosas y versos, junto a otros títulos, anexando los de autores internacionales invitados que esta vez son la narradora Solange Rodríguez del Ecuador y Humberto Akabal de Guatemala, Caza de libros apunta a convertirse en el primer sello editorial del país dentro de los productores independientes. Sus trabajos anteriores como la coedición que realiza junto a Pijao Editores de 50 novelas colombianas y una pintada y la ya por cuenta propia de 50 poetas colombianos y una antología, confirman, al lado de sus novedades para este año con treinta y cinco nuevos títulos, el vigor imparable de un esfuerzo mayor que empieza a tener amplio reconocimiento en el país, como a dejar huella en la cultura nacional.  
Una vida azarosa es el título genérico de los dos tomos en los cuales el conocido escritor Félix Ramiro Lozada Flórez recorre detalladamente y en luminosa antología crítica la vida y la obra de uno de nuestros pocos clásicos a nivel internacional como lo encarna José Eustasio Rivera. Documentos y cartas para hoy desconocidas develan secretos de este novelista que con La vorágine logra el esquivo lugar de la inmortalidad.  El juicioso compilador es especializado en pedagogía de la creación literaria y ha publicado libros de cuentos, novelas y poemas, lo mismo que trabajos críticos como el ya consagrado estudio de literatura colombiana.
Escrito en la grama es un provocadora antología de relatos colombianos sobre el fútbol, cuya selección cumplieron Oscar Perdomo Gamboa y Hernando Urriago Benítez, concentrando sus esfuerzos, tras una larga investigación, en treinta narradores del país cuya trayectoria es reconocida.  El acto de presentación se cumplirá el 4 de mayo en el auditorio Madre Josefa del Castillo a las 6:30 del 4 de mayo en el marco de la 24 Feria Internacional del Libro en Bogotá.  
Ocho libros antológicos se dan cita en la colección Poetas Colombianos Siglo XXI de Caza de Libros y cuyo lanzamiento se hará en el marco de la Feria Internacional de Bogotá el 11 de mayo a las 4:30 en el auditorio Jorge Isaacs. Ana Milena Puerta con Si tuvieras tanto tiempo, Lilia Gutiérrez Riveros con Pasos alquilados, Wiston Morales Chavarro con La ciudad de las piedras que cantan, Guillermo Hinestrosa con Solares, José Martínez Sánchez con Parvulario de náufragos, Antonieta Villamil con los libros Soluna en bosque, conjuros para invocar el amor y Golondrina de papel, Pedro Manuel Rincón, Pemán con Los re encuentros, Fernando Denis con La vida sobre una hoja antigua y Edgar Sandino con Bajo el signo de acuario, dan cuenta de su talento para enfocar el oficio de escribir con las particularidades temáticas y estilísticas de varias generaciones de poetas aquí representados.
Dentro de la amplia y divulgada producción del escritor Fernando Soto Aparicio, la novela Puerto silencio muestra mejor que otras veces el talento y la pericia particular de un autor siempre vigente. La obra que aquí se reedita después de largos años, será presentada por Caza de Libros el 7 de mayo a las doce del día en el pabellón Tomás Carrasquilla.
La colección serie azul de Caza de libros se inaugura con doce nuevos títulos que el público lector colombiano podrá disfrutar con la presencia de sus autores en el auditorio Tomás Carrasquilla a las 12 del día del 7 de mayo. Allí será el lanzamiento de los libros de  Fernando Soto Aparicio con La última guerra, Carlos Orlando Pardo con un cigarrillo al frente y otros cuentos, Héctor Sánchez con Confabulaciones, Antonio Mora Vélez con Helados cibernéticos, Samaria Márquez con La vida en tiempos de muerte, Efraín Gutiérrez Zambrano con su novela Entre leyes y amores, Oscar Perdomo Gamboa con De cómo perdió sus vidas el gato, Benhur Sánchez con La solterona, Luz Stella Rivera con El tren de Montelíbano, Edgar Sandino Velásquez con Ázimo, Andrés Elías Flórez Brum con La obsesión de vivir y Jairo Restrepo con Otras esquinas.
En la colección prosas y versos van incluidos Daniel Moreno López con La ciudad de las bestias, Jaime Gómez Nieto con El camino no termina, Pedro Licona con la novela Sambapalo y Andrés Bernal Trejos con De nuevo esta mujer.  
En la colección arma y pinta de literatura para niños van siete libros que son rompecabezas y sirven para colorear con títulos como El gran vuelo de Carlos Orlando Pardo, El cóndor de los Andes de Edgar Sandino Velásquez, Tres chicos y una iguana de Andrés Elías Flórez Brum, El vendedor de escaleras de Luz Stella Rivera, La princesa submarina y Los seres del aire de Oscar Perdomo Gamba y Madre Dios de Mariela Zuluaga.
Los libros internacionales son La palabra rota, una antología personal del poeta de Guatemala Humberto Akabal y los relatos Fantasmas entre letras de la narradora ecuatoriana Solange Rodríguez, precisamente del país invitado de honor este año  a la Feria.
La novela El murmullo de la sangre del fallecido autor Guillermo Bustamante en coedición con el novelista, editor y cuentista Manuel Giraldo, Magil, de Casal Gaudí, cierra el ciclo de esta nueva hazaña editorial de Caza de Libros con Pablo Pardo a la cabeza.
Caza de libros pertenece a la Rei, red de editores independientes colombianos.