Por: Carlos Orlando Pardo
La falta de estudio y comprensión de lo que significa el poder en todos los ámbitos de la vida personal y colectiva, nos vuelve presa fácil de la manipulación a que somos sometidos de manera diaria. No se trata de examinarlo desde la perspectiva de las opiniones, que todos las tienen, sino desde el concepto propiamente académico, para lo que se requiere de estudio y reflexión. ¿Cómo estamos acostumbrados a pensar y cómo se han desenvuelto las ideas? ,Cómo ha sido la crítica histórica para estos tiempos?  Ir hasta las profundidades de la historia no es un camino fácil, pero sí el sendero adecuado para conocer las entrañas de la vida social y del por qué de sus comportamientos.  Es la tarea de los pensadores y el oficio de los filósofos tan necesarios en una época donde caminamos al abismo sin ser conscientes de estos pasos. Y son las preguntas que se provocan en medio de un mundo banal y light con la lectura de algunos libros que cumplen con su misión intelectual. Los investigadores tienen su centro en las universidades donde se dedican no a tirar piedra, como irresponsablemente pudiera pensarse, sino ideas. Aunque no todos. Buena parte de los profesores y catedráticos universitarios, se dan simplemente a la tarea de repetir autores y obras, sugiriendo desde luego su estudio, pero no cumpliendo con el quehacer de su propia interpretación y mucho menos cumplir con el aporte de escribirlo. Por eso la aparición de la obra de Alexander Martínez Rivillas en el mundo de la universidad, no sólo sorprende por sus atrevimientos conceptuales que van más allá de las teorías propuestas por un pensador como Michael Foucault,  historiador ya legendario del pensamiento, sino porque lo asume como una disculpa para intentar sus propias reflexiones no sólo en torno a la teoría del poder del intelectual francés, sino mucho más allá en temas no estudiados por quien después de un cuarto de siglo de su muerte, sigue siendo objeto de estudio y polémica. ¿Qué nos domina y qué nos obstaculiza? ,Qué existe en nuestra conciencia y en el de la realidad más allá de ella? ¿el poder sólo lo tienen los de arriba? Revisar lo que somos y por qué somos así termina siendo urgente, pues la emancipación personal y social se alcanza si reconstruimos nuestros errores y buscamos la autonomía más allá de tanto factor de dominio. La historia de las ideas nos lleva al itinerario de nuestros errores y aquí tenemos un camino. Recibimos este libro con la emoción de darle la bienvenida a un intelectual que como Alexander Martínez Rivillas se proyecta como uno de los pensadores desde la tierra del Tolima al mundo. Es profesor de la universidad del Tolima adonde llegó por concurso y méritos y nació en el Líbano, el 6 de abril de 1977. No son pocos sus títulos: Filósofo de la Universidad Nacional de Colombia; Ingeniero Geodesta, Universidad Distrital; Ms. en Gestión Pública, Universidad Autónoma de Barcelona; Candidato a PhD. en Geografía, Instituto Geográfico Agustín Codazzi. Ni son pocos sus trabajos. Entre sus ensayos se encuentran El mito de la ley y la verdad; el “procedimiento” matemático de Descartes; Borges y la entonación de una metáfora; Reflexiones sobre las emisoras comunitarias; El desarrollo, una idea inútil; Generalidades sobre la forma y función de la ciudad de la alta Edad Media; Los efectos regionales y locales de la política de cooperación al desarrollo de la Unión Europea: el caso de Sudamérica y Colombia; Objeciones foucaultianas y heideggerianas a la conferencia de Habermas: “Otra manera de salir de la filosofía del sujeto: razón comunicativa vs. Razón centrada en el sujeto”; La tierra como espacio humanizado; Elementos para la interpretación de “Utopía”: una perspectiva desde la filosofía política y las políticas públicas; en fin, no menos de 40 densos ensayos, además de sus libros Un encuentro con la libertad; Entre la diversidad y la desigualdad: diagnóstico territorial del Pacífico colombiano en perspectiva de derechos humanos; y la teoría del poder que acaba de publicar Pijao Editores. No ha sido esquivo a los reconocimientos internacionales: Nota Global Excelente, Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona, 2007, Aplicación Beca de Maestría, DAAD, University of Applied Sciences, Stuttgart, Alemania, 2005, Aplicación Beca de Investigación, OEAD, Vienna University of Technology, Austria, 2003, Tesis Meritoria, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2001.  Es un intelectual de verdad. Además de un escritor de ficciones clandestino, pues tiene en preparación la novela corta Imprecisiones de un lugar y un poemario que recoge su trabajo desde 1995 hasta la fecha
DE GARCÍA MÁRQUEZ A JUAN RULFO Y OTROS TEXTO LITERARIOS
NUEVO LIBRO DE JOSÉ MARTÍNEZ SÁNCHEZ


No siempre se tropieza uno en su oficio de lector con textos enriquecedores y ante todo muy bien escritos en el campo del ensayo literario. Es lo que ocurre felizmente en este nuevo libro de José Gutiérrez, algunos de cuyos textos hemos leído destacados en Día D, el aleccionador suplemento literario del diario El Nuevo Siglo.  El volumen recoge estudios ya publicados igualmente en otros medios como El Magazín de El Espectador, El dominical de El Colombiano, El imaginario del periódico El Mundo, le Monde Diplomatique y la revista Casa de las Américas en Cuba. A lo largo de 154 páginas en bella edición, 23 son los ensayos que en una primera y segunda parte se muestran, dejándonos viajar a través de libros y autores que siguen teniendo una vigencia así algunos de ellos estén muertos. Acostumbrados como nos tienen los mamotretos de este tipo firmados por profesores universitarios dedicados supuestamente a la ciencia de aclarar cuando confunden por su lenguaje saturado de terminachos técnicos, el libro de José Martínez surge como un ejemplo. Este poeta, narrador y ensayista nacido en Aguadas, Caldas, la tierra de un iluminado como Jaime Mejía Duque de la cual resulta un aventajado discípulo, ha sido premiado y seleccionado por importantes concursos nacionales y sus textos han sido objeto de publicación en Nueva York y varios países de América Latina.  Todo ensayo exitoso es el que ilumina y ofrece el camino para examinar la otra cara del espejo, mucho más cuando se trata de interpretar con juicio a un autor o a uno de sus textos que naturalmente ofrecen la posibilidad de varias miradas.  
EL CENTENARIO DE ALBERT CAMUS

Carlos Orlando Pardo
En este año 2013 se cumple el primer centenario de Albert Camus quien alcanzó el Premio Nobel de literatura  a los 44 años, lo que era de por si una hazaña. Nos alentaba saber de su familia con origenes humildes dentro de una familia de colonos franceses en Argelia, la muerte de su padre por heridas en la primera guerra mundial y su gratitud por los profesores de la escuela primaria a quien dedica su discurso del famoso premio. Por los años 70 los escritores en Ibagué que apenas sobrepasábamos los 20 años estábamos atentos a cuanto ocurriera en el mundo y más en el de la literatura. Fueron los hermanos Roberto y Hugo Ruiz quienes nos provocaron a leer a Albert Camus y en aquellos meses al conocerlo no paramos de incursionar en la aventura maravillosa por sus libros. Nos apasionamos de entrada inclusive con sus compañeros de militancia en el existencialismo y nos detuvimos en la famosa polémica entre Marlau Ponty y Albert Camus que pronto fue traducida al aparecer la revista Los tiempos modernos, pero cuyos apartes principales traducían Hugo o Roberto en voz alta en medio del ruido de los cafetines.
Camus significó desde entonces una oportunidad luminosa que nos conducía a la reflexión por encima de lo chato de la cotidianidad llevándonos a las profundidades del ser y el estar, no dejando ocasión muchas veces sino para el pesimismo, ante todo porque rompía con los conceptos de un mundo preestablecido al que era necesario cuestionar.
Cuando me fui a terminar mi licenciatura en la Universidad Pedagógica Nacional, mi trabajo de grado fue sobre El malentendido de Albert Camus que afortunadamente logró calificación meritoria. No se trataba entonces de analizar una obra de teatro sino de verla además en el contexto de su obra escudriñada por aquel tiempo con la pasión despertada por su trabajo y de alguna manera la leyenda alrededor de su vida y de su muerte accidental que lloramos una tarde diez años después como lamentando la partida de un familiar. De otro lado, me encontraba imbuido en la lectura de obras de teatro que cumplía inclusive por encima de las literarias, y que en su caso en número eran casi iguales a las novelas y relatos.
Eran igualmente los tiempos de la lectura de Nietzsche donde jugábamos por nuestra juventud a ser rebeldes como una condición mínima del carácter de los que nos ufanábamos de ser intelectuales sin serlo, al tiempo que mirábamos con admiración su resistencia a los alemanes que nos causaban indignación desde las noticias de la guerra. No residía tanto el seguimiento a su sólo acto creador, sino a su trabajo mismo como periodista de la resistencia donde aprendimos a entender que estas posiciones, como en su caso, fueron para recibir censuras y persecución, e inclusive digno el ejemplo de su rebeldía contra el Partido Comunista en el que estuvo militando y que nos parecía ortodoxo y dogmático, sin posibilidades de discusión. Se portaba como un anarquista que era lo de moda, lo que sentíamos, porque las camisas de fuerza de la militancia nos invitaban a seguir su camino de luchar contra todas las ideologías.

Pareciera que las fechas especiales como este de su centenario nos llevaran de nuevo a sus libros y a los recuerdos que nos traen. Sus cinco novelas publicadas entre 1937 y 1957, sus cinco obras teatrales, sus cinco principales ensayos en forma de libro y alguna obra inconclusa que su hija publicó en 1994, nos llevan a sentir que llegó para quedarse por siempre en nuestro corazón y a desear que ojalá la juventud de hoy aprendiera de sus enseñanzas sobre el ser y la nada, el universo y nuestra pequeñez, el absurdo y los sentimientos.
SOBRE EL BESO DEL FRANCÉS DE CARLOS ORLANDO PARDO
¿Que lleva a que una monja convencida se case con un francés ateo? Es parte de lo que se cuenta en la reciente novela El beso del francés de Carlos Orlando Pardo que será traducida a varios idiomas. Pero más allá, ¿cuál es la épica aventura de un puñado de colonizadores antioqueños que huyendo del hambre en su tierra dieron lugar a la creación de más de un centenar de municipios colombianos? Toda esa variopinta sucesión de  hechos notables en el siglo XIX está en esta novela de un autor sobre el que García Márquez escribió era el “campeón de las doce líneas” cuando ganara el concurso nacional de minicuento que el diario El Tiempo hiciera en 1980.

No se trata de un autor improvisado sino de un veterano del oficio de escribir. Carlos Orlando Pardo nació en el Líbano, Tolima. Novelista, ensayista, compositor, autor de varios libros antológicos, editor, periodista cultural e investigador con numerosos libros publicados, entre ellos las novelas Lolita Golondrinas, Cartas sobre la mesa, La puerta abierta y Verónica resucitada. Se registran igualmente sus libros de cuentos Las primeras palabras en coautoría con su hermano Jorge Eliécer, Los lugares comunes, La muchacha del violín, El invisible país de los pigmeos, El último sueño, El día menos pensado, Un cigarrillo al frente y El gran vuelo. Reunió su trabajo en el  volumen Obra Literaria de 1972 a 1997 en este año. Otros libros suyos son El proceso creativo, Palabras y sueños, Los adelantados, Novelistas del Tolima Siglo XX, Narrativa e historia en el Tolima, Los últimos días de Armero, Hazañas del Tolima, Diccionario de autores tolimenses. Dirigió y es coautor del Manual de historia del Tolima, Protagonistas del Tolima Siglo XX y de la enciclopedia multimedia Tolima Total. Ha ganado varios premios nacionales y está incluido en diversas antologías. Traducido al francés, inglés y serbocroata

Los grandes ejes temáticos que transcurren en esta novela, se mecen con marcada tensión entre la persecución y la muerte, las guerras y la lucha por la tierra, los enfrentamientos por las ideas y la búsqueda persistente de un paraíso donde viva la paz. Una monja que huye del destierro al que la confina el presidente Mosquera, un arquitecto francés que llega a la construcción del Capitolio huyendo de las posibles catástrofes después de la caída de Napoleón y un colono que funda pueblos y al que le cobran sus creencias con el asesinato, son los protagonistas de la nueva novela de Carlos Orlando Pardo.


Mercedes González, Desirè Angee y el general Isidro Parra cruzan sus destinos al calor de las guerras del siglo XIX. La monja vestida de civil  enfrenta la más terrible de sus batallas que era consigo misma tambaleante entre la castidad y el placer, el infierno anunciado por violar sus creencias y el cielo que le ofrecía la circunstancia de descubrir su cuerpo y sus sentidos. Precisamente el ciudadano francés ateo Desirè Angee encarna su tentación y su tortura, su salvación y su nunca antes soñado estado de la libertad y el amor. El general Isidro Parra, liberal íntegro, encarnó el variopinto ejercicio de espiritista, empresario, minero, traductor, educador, pionero de la industria del café, guerrero de atinados aciertos y estratega, agricultor enamorado de su oficio, fundador de un pueblo próspero y culto y en esencia, el de un humanista. Se trata de un retrato íntimo y apasionante alrededor de seres excepcionales. 
PUBLICACIÓN SOBRE NOVELA DE CARLOS ORLANDO PARDO
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