CUENTOS DEL TOLIMA: ANTOLOGÍA CRÍTICA
Por: Carlos Orlando Pardo

Miro con entusiasmo los tiempos desde cuando en 1978, hace ya 33 años, me dediqué a publicar antologías de cuento y poesía no sólo para inventariar por vez primera sino para estudiar y difundir a los autores de estos géneros en nuestra tierra. De aquellos días quedan vigentes Trece cuentistas colombianos, (1978), El Tolima cuenta, (1984), Cuentistas tolimenses, (1986), El Líbano cuenta, (1994) y Cuentistas tolimenses Siglo XX, (2002), independientemente que a la mayor parte les publiqué su libro en Pijao Editores, sin añadir los comentarios críticos que les realicé. Por eso ahora, me agrada registrar la aparición de una antología crítica de cuentos del Tolima que ha publicado la editorial Alma Mater bajo la dirección de los profesores Libardo Vargas, Jorge Ladino Gaitán y Leonardo Monroy, dinámicos docentes e investigadores de la Universidad del Tolima, al tiempo que integrantes de un paradigmático grupo de estudios de literatura colombiana. El hermoso volumen, salvo César Pérez a quien le publiqué una novela y Elmer Hernández,  trae relatos que incluí en el pasado, pero esta vez acompañados de agudas notas críticas y rubricando cómo las narraciones contenidas fueron ganadoras de concursos nacionales en diversos momentos. Se rotula a la universidad y no siempre es equivocado hacerlo, de mantener aislada de la realidad que la circunda como si fuera provincial y aldeano detenerse en la región porque otros son sus altos intereses y la parroquia no merece la atención a los autodenominados ciudadanos del mundo. De allí uno de los valores del libro que con criterio universal examina lo producido por los nuestros y relanza bajo nuevas miradas a escritores, buena parte de ellos, que son parte significativa dentro del inventario nacional de la narrativa. Meritorio entonces señalar el acierto de los antólogos que igualmente hacen lo propio con las novelas escritas por tolimenses, porque se requiere no abandonar la observación al producto de autores que han sido incluidos ya en antologías significativas del país y el exterior como La violencia diez veces contada de Germán Vargas, Pijao editores, El cuento colombiano contemporáneo I y II de Eduardo Pachón Padilla, Plaza y Janes, Obra en marcha I y II de Juan Gustavo Cobo Borda, Colcultura, Narrativa colombiana contemporánea de la Cámara de Comercio de Bogotá, La horrible noche de Peter Shultze Kraff, en alemán o Cuentistas hispanoamericanos en la Sorbona de Olver Gilberto de León, recientemente fallecido e inclusive la otra aparecida en francés bajo el título de A corazón abierto. Son muchas las razones para haber incursionado en esta tarea donde con emoción veo prolongada la mía y sólo resta que existan lectores con curiosidad para leer un libro valioso que exhibe sin egoísmos tanto la tarea crítica como a los cuentistas premiados de nuestra tierra. Las 387 páginas son un viaje reconfortante del cual no saldrán decepcionados quienes se atrevan a reposar y a inquietarse con unas historias bien contadas.