EL DOCUMENTAL DE FLORIBERTO CARDONA
Ese mundo desconocido de la cotidianidad del indígena de hoy en el Tolima, tiene ahora un vigoroso documental. Ahí están palpitantes las costumbres milenarias que han sabido preservar por encima de leyes y persecuciones. La columna vertebral gira alrededor del proceso detallado para preparar la chicha, esa bebida espirituosa producto del maíz enarbolada como tradición. El caso se presenta mediante la familia Tique en el municipio de Coyaima y pudo ser gozado en el quinto Festival de Cine de Provincia que entre el 7 y el 9 de octubre se proyectó en el teatro Tolima. Un lleno total que aplaudió la realización, expresaba el júbilo de un aprendizaje y un divertimento, al tiempo que ofrecía su beneplácito por el ibaguereño Floriberto Cardona, un ya veterano constructor de parte de la memoria de la tierra. Si bien es cierto fue la fotografía el inicio de su carrera, también lo es que desde hace dos décadas empezó su pasión por los documentales y que ahora, bajo su entera responsabilidad, deja una impronta y un valioso testimonio de su tarea creadora. Esta prueba excepcional tiene olor a campo y a humo, a paisajes  logrados impecablemente y a la evidencia tipificadora de la piel cobriza y su manera de sobrevivir en el campo bajo el ambiente del subdesarrollo. La agilidad profesional con que maneja los planos siempre cambiantes en un mundo que parece estático en la repetición, ofrece en contraste con otros trabajos similares en Colombia una acción que dinamiza y provoca la atención desde el principio al fin. Pero no se trata de un milagro porque está detrás de todo una investigación rigurosa de no poco tiempo, una profundidad que nos remonta a la historia y una audaz pericia para volverla presente. Centenares de horas invertidasen viajes, lecturas, preparación, reflexiones y consultas, lo mismo que en dinero de su propio esfuerzo sin apoyo oficial, dejan por fortuna un resultado feliz sobre un universo inexplorado del que no teníamos sino información superficial. Floriberto Cardona, autor de ensayos y crónicas, cuentos y fotografías, puede estar seguro de haber cumplido con sí mismo y con el departamento porque su documental titulado Chicha Kopah, empezará a ser indispensable cuando se realice el inventario nacional con profesionalismo en este campo. Debe destacarse igualmente la nitidez del sonido de la producción, siempre tan defectuoso en América Latina, sin olvidar que la oportunidad feliz que ofrece este quinto Festival de Cine de Provincia  dinamiza a Ibagué y le ofrece una alternativa cultural necesaria que debe continuar con el apoyo de todos los sectores, mucho más cuando presenta una selección de las mejores realizaciones audiovisuales en el país en los géneros de ficción y documental. Nos resta el aplauso desde el centro del corazón para FloribertoCardona, entrañable amigo de sueños y proyectos y para los plausibles organizadores de esta valiosa muestra.