LA JORNADA A GARCÍA MÁRQUEZ EN EL TOLIMA
Por: Carlos Orlando Pardo
Cada vez la
práctica vuelve cierto el lema de Unidos por la grandeza del Tolima en todos
los campos, sin timideces y con apertura a temas nacionales e internacionales
de interés. Por algo el gobernador desde antes de serlo jalonó un liderazgo
nacional en pro de nuestra cultura cuando por su iniciativa como
Congresista se aprobó la ley 851 de 2003, en donde el Festival Folclórico
Colombiano, el Festival de la Música y el Concurso Nacional de Duetos se convirtieron
en Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación. Se trata de lo
propio hacia el país y el mundo, pero también el país y el mundo hacia acá para
ser universales. De allí que, gracias a la apertura sin timideces que la
gobernación de Luis Carlos Delgado Peñón le hace a la cultura, su dinámico
director, Mauricio Troncoso, acompañado en la tarea por la Secretaria de
Cultura de Ibagué, organizó en la tradicional semana de la literatura que se
cumple en esta capital, no todas las veces, con participación de los escritores
de la tierra, un homenaje a Gabriel García Márquez, el máximo cultor vivo en el
mundo de lengua castellana. Algunos pusieron su grito en el cielo porque esto
se hacía, sin entender que una manera de ser tolimense es conectarse con el
planeta, mucho más cuando los temas centrales estuvieron marcados por la
relación del Nobel con gente de aquí. Los más representativos exponentes de
nuestras letras e intelectualidad, exceptuando mi caso, estuvieron allí con su
autoridad y su prestigio que hace honor a la región. Gloria Triana, William Ospina, Jorge Eliécer Pardo, Héctor
Sánchez, José Antonio Vergel, Jorge Iván Parra, Alfonso Gómez Méndez, Jairo
Rivera, por ejemplo, discurrieron sobre los viajes de García Márquez a
Villarrica e Ibagué, sus crónicas memorables sobre el caso, su intervención en
los procesos de paz, el viaje que organizara una ibaguereña a Estocolmo cuando
le entregaron el premio, los pleitos legales a que se ha visto sometido,
conversatorios que generaron una manera de educar y enseñar literatura desde el
entusiasmo de la vitalidad, la anécdota y la provocación y mostraron el valor
del Tolima y de los tolimenses. Si los nombres mencionados no representan la
cultura nuestra, entonces en qué estamos. Por otra parte, la participación en
la Feria Internacional del Libro en Bogotá que esta vez cumple 25 años de haber
sido fundada por Jorge Valencia Jaramillo, es notoria, mucho más cuando el
stand que tenemos organizado por la gobernación y su dirección de cultura,
tiene ahora amplias dimensiones como nunca antes. No debemos olvidar que
Ibagué, en un cuarto de siglo, no hacía presencia oficial en este evento
mayúsculo y ahora por vez primera lo hace con lujo y stand propio, tal como lo
ha hecho solamente el Líbano desde hace varios años. Un conjunto de acciones
que nos dejan saber que estamos respirando otro aire en el tema de la cultura.