LA VIDA AZAROSA DE JOSÉ EUSTASIO RIVERA
Carlos Orlando Pardo
Tan sólo 40 años le bastaron a José Eustasio Rivera para matricularse en la esquiva lista de los inmortales. A estas alturas del siglo XXI podría uno volver a preguntarse qué acto de magia logra la literatura para permanecer? La vorágine, por ejemplo, publicada hace ya 87 años, continúa leyéndose y estudiándose en la América Hispana y otros lugares del mundo, no tanto por lo que pudiera ser su lenguaje grandilocuente o lírico para los días de hoy, sino porque consigue retratar con maestría la condición humana y su capacidad para emprender una aventura. A 83 años de su muerte, este huilense universal ha despertado tanto sobre su vida como sobre su obra una serie ininterrumpida de monografías, comentarios críticos, reseñas y análisis de todo tipo que genera varios tomos, como los dos que acaba de publicar Félix Ramiro Lozada a través de Pijao Editores y Caza de libros. Se trata de la compilación de estudios cumplidos por autores destacados de América Latina, Colombia y el Huila mismo para darnos una visión y ofrecernos al mismo tiempo la revisión de un clásico de nuestra literatura. Este trabajo monumental que requirió del esfuerzo apasionado de varios años, es sin duda indispensable para la cabal comprensión de los factores históricos, literarios y personales que rodearon al autor de Tierra de promisión y que desprendieron la fecundidad de su obra mayor. La antología de Félix Ramiro Lozada incluye textos inéditos, una puntual cronología del autor y su obra acompañada de una lúcida y breve introducción que finaliza con un paisaje bibliográfico. Uno alcanza con estos dos volúmenes a desentrañar secretos, ofrecerse explicaciones e ilustrarse de manera debida sobre Rivera y su trabajo para admirarlo cada vez. Y desde luego a sentir una gratitud cálida por la faena de Félix Ramiro Lozada quien ha sido uno de los escritores e investigadores más sobresalientes del Huila no sólo con su tarea creativa en cuanto a libros de cuentos, novelas, ensayos y hasta canciones, sino con su labor crítica reflejada en libros suyos como el cumplido con Literatura colombiana y su desarrollo histórico, Historia, mitos y leyendas el país o el de literatura huilense.  Vale agradecer al licenciado en Lingüística y literatura y especializado en pedagogía de la creación literaria este notable compendio, que muestra igualmente a un profesor de literatura del colegio oficial Santa Librada como un pedagogo e investigador ejemplar. Algunos dirán que para qué unos libros así si todo supuestamente se ha dicho sobre Rivera y su obra, pero no más este año, Mario Vargas Llosa en su última novela El sueño del Celta, dedica más de un centenar de páginas a retratar los escenarios y los dramas donde transcurren los hechos de la Vorágine examinados por Roger Casement, protagonista de su obra,  lo que nos dice cómo el tema de la selva y lo intricado de los dramas que allí se viven y vivieron nunca pasan de moda porque es la historia de la tragedia del hombre frente a la explotación inhumana de quienes sólo están interesados en el dinero como fin a costa de las vidas de los más humildes. ¿Acaso no sucede hoy algo parecido?