MURIÓ ROBERTO ARENAS BONILLA
Por: Carlos Orlando Pardo
La noticia sobre la muerte del ex ministro y ex embajador  Roberto Arenas Bonilla enluta el cuadro de honor de los tolimenses consagrados, puesto que contribuyó de manera importante al desarrollo del país desde todas las posiciones por él desempeñadas. Fue Director de Planeación Nacional, Ministro de Gobierno, Concejal de Bogotá, Representante a la Cámara, Senador de la República, rector de la Universidad de los Andes y director del Centro de Investigaciones de la Universidad Nacional y del Instituto de Estudios Colombianos. Había nacido en Purificación el 23 de octubre de 1928 donde realiza sus estudios primarios y cursó los secundarios entre el Instituto Nacional Isidro Parra del Líbano y el colegio San Simón de Ibagué, hasta que es expulsado por formar parte de una huelga, cuando apenas faltaba un año para su graduación.
Bachiller del colegio nacional Isidro Parra del Líbano, gracias a las gestiones de Carmenza Rocha, Secretaria de Educación del departamento para entonces, Arenas viaja a Bogotá donde comienza sus estudios de ingeniería civil en la Universidad de Los Andes, para luego viajar a Estados Unidos donde se gradúa como tal en la Universidad de Pittsburgh en 1958, año en el que regresa a Colombia para fundar la sociedad Arenas Morris & Cía.
Realizar los diseños estructurales de la Central Hidroeléctrica Río Prado y de la subestación de Transmisión Eléctrica de Flandes, además de distintos estudios de recuperación del distrito de riego Coello-Saldaña en el Tolima, y de estudios preliminares para el desarrollo hidroeléctrico de los ríos Suaza (Huila) y Caraño (Caquetá), fueron las tareas que bajo su dirección se ejecutaron desde su empresa. Sin embargo, aunque los trabajos tuvieron gran envergadura, otros fueron los principales campos de acción de Roberto Arenas Bonilla: la vida pública y la académica. 
Su actuación es ampliamente reconocida como eficaz y seria. Bajo su dirección, el Departamento Nacional de Planeación elaboró el Plan de Las Cuatro Estrategias, proyecto valorado, dentro y fuera del país, como el más coherente y productivo programa de planeación económica. Su participación en este trabajo no fue coincidencial. Tres años de estudios de postgrado en Desarrollo Económico y Social, bajo la dirección de Lauchlin Currie, además de cursos sobre demografía, política monetaria, cambiaría y fiscal y comercio exterior, entre otros, ya habían demostrado la capacidad de este tolimense a quien también se deben, en colaboración, los planes sectoriales para diferentes actividades económicas nacionales. Sin embargo, aunque la economía le robó buena parte de su tiempo, la política, su otra gran pasión, también le reportó enormes satisfacciones. Como Ministro de Gobierno tuvo la vocería del Partido Liberal durante los dos últimos años del Frente Nacional; realizó una tarea de manejo del orden público y de coordinación de las relaciones entre el gobierno y las distintas fuerzas políticas, que fue clave para terminar ese histórico período sin estado de sitio, en un ambiente de paz y de respeto mutuo entre las distintas agrupaciones, todo lo cual lo hizo merecedor de un homenaje nacional ofrecido por el maestro Darío Echandía en 1974.
Durante su permanencia en la política activa fue jefe para el Distrito Especial de Bogotá de la campaña que adelantara Carlos Lleras Restrepo tendiente a depurar las costumbres políticas del liberalismo en 1976 y 1978, respectivamente. Retirado Lleras Restrepo de la política, fundó con Luis Carlos Galán y otro grupo de destacados dirigentes la Unión Liberal Popular (UPL), movimiento que impulsó la candidatura del mencionado líder. Desde 1982 renuncia a volver al Senado y se dedica a la política más como una función académica que activa. 
De su tarea como legislador quedó el más completo y audaz proyecto de ley en el campo urbano en lo tocante a la intervención del Estado y la función social de la propiedad. Consultor y asesor del Instituto Colombiano de Ahorro y Vivienda y de la Asociación Colombiana de Cultivadores de Caña de Azúcar (ASOCAÑA), miembro de la Junta Directiva de Cementos Diamante y del Consejo Directivo de la Universidad de Los Andes, luego de haber sido rector encargado de la misma, Roberto Arenas Bonilla dedicó gran parte de su tiempo al Instituto de Estudios Colombianos. Con anterioridad estuvo entregado al Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional. 
Desde este último cargo se terminaron, bajo su dirección, numerosos estudios interdisciplinarios como: Alternativas para el desarrollo urbano de Bogotá, Planes de desarrollo urbano de Manizales y Neiva, Proceso de industrialización en Colombia, Situaciones de vivienda urbana en Colombia, índice de costos de la vivienda urbana en Colombia, Problema de la vivienda en Colombia y Dependencia externa y dominación interna: El caso colombiano, que han sido publicados en las más prestigiosas revistas nacionales e internacionales en las áreas del desarrollo.
Bajo su coordinación, numerosos trabajos se ejecutaron en el Instituto de Estudios Colombianos, que dirigió desde su fundación. El análisis de los problemas nacionales, en particular los relacionados con el sector urbano, demográfico, económico y fiscal del país, y la identificación de proyectos promisorios en los campos industrial, agroindustrial y de infraestructura fueron sus objetivos más globales.
Con su dirección y coordinación se llevaron a cabo análisis de la estructura administrativa y se formularon recomendaciones para su mejor funcionamiento en el Ministerio de Minas y Energía, Carbocol, Ecominas, Instituto de Asuntos Nucleares, Fondo del Carbón, Cerromatoso y Mineros del Chocó, además del esquema interestatal del sector eléctrico así como de la estructura político-administrativa del distrito especial de Bogotá y de las relaciones político-administrativas de los municipios con los departamentos y la nación.
A pesar de su extensión, éstas son sólo algunas de las investigaciones realizadas por él y su equipo y cuyas recomendaciones se aplican como parte de los puntos guías que el país sigue en su desarrollo económico y social. Además, el Instituto de Estudios Colombianos realizó varios seminarios internacionales y locales bajo su dirección.
Entre los primeros se encuentran el internacional sobre Historia Económica en Colombia: un debate en marcha, y el de Estado, Planeación, Desarrollo Urbano y Desarrollo Económico. Pero quizás el más importante fue el de Estudios para la Formulación del Plan Nacional de Desarrollo Minero, en donde se analizaron los aspectos técnicos, económicos, jurídicos e informáticos de la situación actual y futura del sector minero en su conjunto, y de los minerales específicos de mayor importancia para el país. Desde estos foros, se formularon recomendaciones de distintos tipos que hoy se siguen de manera continuada en el país. Como conferencista, sus ponencias fueron no sólo escuchadas sino publicadas en los diversos países donde fueron ofrecidas. 
Algunos de los títulos de sus trabajos son: Problemas y perspectivas de los servicios públicos en Colombia, La planeación del desarrollo y la redistribución espacial de la población en Colombia, Urbanización y bienestar, Causas fundamentales del deterioro institucional del país, y Bases de la organización económica y social del estado Colombiano. 
El destacado intelectual fue colaborador habitual de secciones especializadas en los diarios El Espectador y La Prensa, las revistas Economía Colombiana, la de vivienda del INFANAVIT de México y de la Asociación Interamericana de Planificación. Miembro del Consejo Editorial de la revista Eure de la Universidad Católica de Chile. Este consagrado tolimense cuya mayor frustración fue no haber logrado detener, con Carlos Lleras Restrepo y Luis Carlos Galán, el deterioro político del país, aún creía que la vida iba a permitirle continuar contribuyendo al engrandecimiento de su patria.
En la década del 2000 Arenas Bonilla se desempeñó como embajador de Colombia ante el Gobierno de Bélgica y Luxemburgo y Jefe de Misión ante la Unión Europea. Finalmente fue columnista de importantes medios de comunicación como Portafolio y El Espectador, entre otros, dejándonos por fortuna la huella de su vida impecable y en permanente estudio. Lamentamos su partida a los 83 años de su productiva existencia.