Venga
le digo de Benhur Sánchez Suárez
Sin duda ha sido
noticia grata la reedición de Venga le digo, la novela breve de Benhur
Sánchez Suárez que hizo Caza de libros y fue presentada en esta feria
internacional con justo éxito. Ante todo porque se trata de una pequeña joya de
la narrativa latinoamericana que inauguró la Biblioteca de Autores Tolimenses en
1981 y relanzó la editorial Oveja negra en 1986. Que un libro tenga varias
reediciones tras 32 años de haber sido publicada, es un síntoma de cómo la
literatura auténtica permanece sin importar el paso de los años. Al releerla,
nos deja la impresión grata de estar frente a un novelista de verdad, en medio
de tanto farsante que abunda por ahí gotereando prestigio sin merecerlo. Venga
le digo ha sido merecedora de no pocos comentarios y análisis críticos
desde aquellos años, porque no es fácil condensar tanto mundo y tanta angustia
en tan pocas páginas. Se vuelve inolvidable Arsenio Rojas, el protagonista,
quien a lo largo de un monólogo uno entiende que responde preguntas a un juez
acusándolo de un crimen que no cometió. Sin miedo a descubrir y describir la
historia de un pueblo como Pitalito, la tierra natal del escritor y el
protagonista, va el lector examinando el panorama que desde la cárcel
reconstruye conociendo minucias importantes de cómo es la vida en nuestros
municipios invadidos por la injusticia y los vividores de oficio
enriqueciéndose de manera fraudulenta. ¿No ha sido la historia de Colombia
desde la Conquista hasta los días que corren la lucha inclemente por la tierra?
¿No es acaso el viacrucis de tantos inocentes encerrados en la prisión sin
merecerlo? Dentro de la falsa democracia se condena al contestatario y al
rebelde asumido como un ser peligroso al que deben callar. Son temas de la
literatura porque son temas de la vida misma y los palpamos a diario. Me
apasionan desde mis comienzos como lector los textos que refieren la fundación
y el desarrollo de nuestras pequeñas urbes, sobre todo los encarnados frente a
la colonización que inclusive es tema de mi última novela, mucho más cuando
testimonian y recrean desde la ficción, desde la literatura, un mundo que no
debemos olvidar porque así se ha construido la república, ¿o la respública como
diría Moreno Durán? Hace ya mucho rato hemos perdido los principios de la
verdad, la ética y la justicia, los dos primeros sometidos al olvido y apenas encontrados
en diccionarios antiguos y la segunda erigiéndose ciega e injusta encarnados en
jueces y magistrados venales. Causa indignación con quienes interpretan la
balanza de la justicia cada vez que vivimos o leemos Venga le digo de
Benhur Sánchez Suárez. Qué maravilla reencontrar un libro así y sentirnos
orgullosos de su autor, entrañable amigo, e indignados con los supuestos
enjuiciadores que existen. Nada de respeto por tantos de esos y tantas ganas de
salir a gritar verdades como si fuéramos locos nosotros y no ellos, los
otorgadores de destinos que han encerrado a tantos colombianos y a algún amigo
maravilloso. Venga le digo parece un secreto a voces como no lo es
saber que Benhur Sánchez es un gran escritor.