LOS SOLARES DE GUILLERMO HINESTROSA
Dentro de la selecta colección titulada Poetas Colombianos Siglo XXI que inició Caza de Libros, se destaca el libro Solares de Guillermo Hinestrosa y que fue presentado no sin éxito en la pasada Feria Internacional de Bogotá. Seguro que todos conocen  más a su autor como banquero, un oficio en el que todavía se desempeña, no pocos lo sitúan en su condición de abogado y otros que leyeron sus columnas en diversos medios lo ubican con sus estudios como politólogo en París, pero detrás de estas labores vive y sueña permanentemente un escritor que persiste en una alocada disciplina como si peleara insistente entre el mundo de los números y el de las letras, el de la realidad fría de las cifras y de los negocios durante el día y el de la ficción gozosa durante las noches. Seguro que es este último el que perdurará porque varias son las muestras de su trabajo en la novela, por ejemplo, cuya tarea empieza en 1983, hace ya 28 años, al publicar la primera bajo el título de Los espejos de la lluvia y sobre todo Mañana cuando despiertes que fue editada por Oveja Negra en el 2002. No se trata entonces de una vocación que sale airosa a pasear los fines de semana, sino de un visceral compromiso con la literatura que igualmente se concreta con su novela próxima a publicarse bautizada Por el ojo de una aguja. Sobre estos libros han salido diversos comentarios y criticas que lo favorecen, pero se trata aquí de registrar sus Solares, un libro extraño pero afortunado, donde los editores con razón afirman en su nota de contratapa, que si bien la poesía se infiltra cómodamente en la novela o el cuento, es menos usual que un poemario asuma la tarea de contar una historia. Y aquí está este itinerario angustioso pero bello con un lenguaje que pesa y no deja pasar en vano el periplo de un hombre romántico que busca una segunda oportunidad luego de estar preso de las torturas del infierno, tras haberse iniciado en el solar de los anhelos, el de los cortejos y el de los cantares y cómo no, en el de las desdichas, porque la literatura no es precisamente el reino de la felicidad. Engaños y soledades, incomprensiones y cinismo, descubrimientos y locura van surcando la trama de un protagonista hundido en una atmósfera medieval donde la música y el erotismo no exento de magia pasea por sus páginas. El triunfo y la derrota como dos caras de la misma moneda se levantan bajo la premisa de cómo todo placer tiene su costo y de qué manera las pasiones nos salvan y nos condenan en forma irremediable. Frente a tanto libro de poemas que no nos dice nada y deambulan en un lenguaje abstracto y trivial para dejarnos sin nada entre las manos, el poemario de Hinestrosa impacta por su profundidad sin que quedemos al final indiferentes no sólo con la historia explorando alrededor de la condición humana sino por su lenguaje, el tono que logra, la altura que nos permite sentir que estamos sin duda alguna en el territorio de la poesía y ante todo que aquí está la vida vuelta lenguaje, que es al fin y al cabo de lo que trata la literatura verdadera.