Manuel Elkin Patarroyo
Por: Carlos Orlando Pardo
Las elecciones primero, el folclor luego y el campeonato mundial de fútbol, al final, todos con diversas emociones, nos permitieron olvidar al resto del pais y no ofrecerles a otros renglones la debida atención, pero el mundo sigue andando. Ahí al frente, nos encontramos con la feliz noticia cuando a tres tolimenses los declaran “Investigadores eméritos 2014” en el “Gran Premio Vida y Obra” otorgado por Colciencias y que destaca la revista Semana que acaba de aparecer. Se trata de Manuel Elkim Patarroyo, el padre de las vacunas y ganador en la categoría Ciencias básicas; de, el estudioso de la violencia, ganador en la categoría Ciencias Sociales y Humanas, pero entre los llamados 20 héroes para señalar a los científicos eméritos que han dedicado una vida a la investigación en Colombia, figura como finalista    en   categoría   Ciencias   básicas, el químico  Augusto Rivera
Augusto Rivera
el tolimense de las moléculas raras. Nosotros somos por fortuna más que política, fiestas y fútbol y ahora cuando han pasado estas maravillosas disculpas para creer en la felicidad y en un pais mejor, aterrizamos de nuevo en la realidad y la encontramos igualmente habitada de satisfacciones. Por encima de las controversias a que es sometido el atacuno Patarroyo, “nadie ha podido desconocerle el haber descubierto y patentado la primera vacuna contra la malaria, un logro que enmarcó en la historia”. No ha sido vana su terca persistencia como egresado en Medicina de la Universidad Nacional, especializado en Virología en la Universidad de Rockefeller, estudios en Yale, Estados Unidos y en el instituto Karolinskia de Estocolmo, ni mucho menos las más de cuatro décadas dedicadas a la investigación para alcanzar premios significativos al estilo del Príncipe de Asturias en 1994, cuatro veces el Premio Nacional de Ciencias Alejandro Ángel Escobar o el ser nominado en 1989 como Premio Nobel de Medicina. 29 doctorados Honoris Causa y el registro de 356 publicaciones científicas, como lo recuerda la revista Semana, ofrecen un retrato general de quien a sus 67 años sigue haciendo ciencia desde su Fundación del Instituto de Inmunología y formando a más de mil investigadores o asesorarlos en futuros doctorados. 
Gonzalo Sánchez
Por otro lado, el libanense Gonzalo Sánchez, autor del primer estudio sobre los bolcheviques en su ciudad natal, creador en 1986 del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional, ha continuado, a pesar de las amenazas, al frente de Estudios de la Violencia, proyectando trabajos sobre la memoria histórica que ahora dirige desde el 2007, desde donde ha producido 21 informes en los cuales se rconstruyen las masacres más emblemáticas de los paramilitares y las Farc, poniéndolos al conocimiento de los colombianos junto al dolor de las víctimas del conflicto armado. Estos personajes como Manuel Elkim Patarroyo y Gonzalo Sánchez, mis dilectos amigos de ya no pocos años, cuyos perfiles figuran en mi libro de 1995 Protagonistas del Tolima Siglo XX, con razón a su trabajo y no a nada diferente, siguen a la cabeza de los investigadores de la nación y ofreciéndonos orgullo a sus paisanos de la tierra Pijao. Me pareció curioso, al final del informe, la figuración como finalista del llamado Tolimense de las moléculas raras, uno de los químicos más laureados del pais, egresado de la Universidad Nacional donde es docente, profesor asociado y director del departamento y vicedecano de investigación. Novedades mundiales han salido de sus desvelos y experiencias y en los 138 artículos que ha publicado en revistas indexadas, trata sobre los animales heterocíclicos, “unas extrañas moléculas orgánicas que contienen nitrógeno y que podrían tener múltiples usos en la industria farmacéutica”. Total, vale la pena difundir estos trabajos en la región, que las universidades los inviten a conversar con profesores y estudiantes, al tiempo que reconocer que tenemos otros héroes.