ROBERTO MEJÍA CAICEDO
UN IMPULSOR DEL DESARROLLO EN EL TOLIMA 


De descendencia antioqueña y familia de tradi­ción en el Tolima, Roberto Mejía Caicedo, quien nació el 23 de abril de 1926 y acaba de morir a sus 89 años, tuvo un claro trasegar por la vida que lo llevó a ocupar altos cargos como el de Ministro de Agricultura, Presidente y fundador de la Asociación para el Desarrollo del Tolima y Presidente de Colpuertos. Sus acciones antes y después lo llevaron a convertirse en un Protagonista del Tolima en el siglo XX como está consignado en nuestro libro y que ahora retrotraemos para consignar algunos de los capítulos de su fructífera existencia.  Había adelantado estudios de primaria en la Escuela Pública de Varones número uno de Ibagué, regentada por los Hermanos Maristas y que luego, al término del contrato con los mismos y con la ayuda de Nicolás Rivera, un hombre importante en el desarrollo social y económico de Ibagué, es bautizada con el nombre de colegio San Luis Gonzaga, de donde Mejía Caicedo pasa al colegio Tolimense graduándo­se allí como bachiller en 1942. Un año después viajaría a Bogotá para matricularse en la Facultad de Química de la Universidad Nacio­nal cumpliendo su inclinación hacia esta materia que nació en el colegio Tolimense donde pasaba tardes enteras en el laboratorio que había instalado el inolvidable sacerdote y después sociólogo destacado, Germán Guzmán Campos, rector de la época. No fue en vano el comienzo porque llegó a convertirse en monitor del profesor Baquero y a pensar al término de sus estudios secundarios que la química sería la profesión a la que dedicaría sus esfuerzos. De su paso por la universidad nos recordó la única manifestación que se gestó allí durante su estancia y que tuvo como objetivo la embajada norteamericana, representación diplomática que entonces funcionaba en la carrera novena entre calles décima y once. Amigo de la paz y la concordia, este suceso lo llevaría a reflexionar sobre su permanencia en la facultad de química y en 1948, terminados los estudios en la universidad pero sin graduarse aún, regresó a Ibagué y se unió a Félix Restrepo Isaza, tío suyo, en las actividades agrícolas. Junto con un grupo de amigos entre los cuales estaba Néstor Hernando Parra y luego de haber trasegado por el campo agrícola durante algunos años, funda la Asociación para el Desarrollo del Tolima (A.D.T.), de la cual fue su primer Presidente entrada la década del sesenta.


A su salida de la gerencia del banco comercial antioqueño, labor eminentemen­te formativa en su carrera, Néstor Hernando Parra, Gobernador del Tolima, lo nombra Secretario de Gobierno, cargo que también ejercería durante el mandato de Ariel Armel. Fueron años difíciles para el departamento por la acción de algunos grupos violentos que posteriormente habrían de caer en estas administraciones. Su capacidad organizativa y dirigente lo llevó a la política y poco antes de abrirse oficialmente la campaña de Misael Pastrana Borrero a la presidencia de la república, Mejía Caicedo figura como candidato al Senado, impulsado por Adriano Tribín. Las diferencias políticas dentro de su partido determinaron su derrota por sólo noventa y tres votos, pero los descalabros no continuarían porque cuando Misael Pastrana estaba en su primer año de presidencia, llamó a Mejía Caicedo y le ofreció la gerencia de Colpuertos, cargo que aceptó posesionándose en diciembre de 1971 y que ejerció hasta julio de 1974.

A su retiro de Colpuertos, continúa su actividad como miembro de la Junta Directiva de la Federación de Arroceros, institución de la cual fue gerente durante dos años hasta 1980, cuando se retira para atender asuntos personales. Su paso por este cargo hace que tenga la oportunidad de intimar el aspecto gremial del país en esta área, conocimiento fundamental en su desempeño como Ministro de Agricultura, cartera para la cual fue nombrado durante el período presidencial de Belisario Betancur. Bajo su ministerio se contrató con la ingeniería brasilera el plan de desarrollo para el Triángulo del Tolima, gracias a la reunión que los presidentes de Colombia y el país carioca sostuvieron en diciembre de 1985 en Leticia. El departamento jurídico del Ministerio, luego de haber aprobado el presupuesto para que la firma brasilera Andrade Gutiérrez adelantara los trabajos, decide abrir licitación debido a que una firma italiana y una francesa mostraron interés sobre el proyecto. Finalmente, y luego de presentarse varios tropiezos por parte de las firmas constructoras en juego, la iniciativa quedó en el aire pro años después se lograría.

Roberto Mejía Caicedo, quien recibió conde­coraciones por la labor cumplida en el sector agrícola del país como la Cacique Calarcá, la Orden del Congre­so de la República en grado de Comendador por su participación en la creación de la Asociación Para el Desarrollo del Tolima (ADT), fue un tolimense que entregó su vida al sector empresarial y pensaba que todo en su vida le llegó por esfuerzo y un poco de suerte. Lamentamos su partida examinando con nostalgia cómo esta generación de hombres que ayudaron a la construcción del buen Tolima empiezan a extinguirse y somos solidarios con el dolor de su familia toda.