LOS NUEVOS LIBROS DE LA UNIVERSIDAD DE IBAGUÉ

Trascendente, por decir lo menos, la tarea en que se encuentra empeñada la Universidad de Ibagué dentro del campo editorial. Se trata de un oficio amoroso frente a cada uno de los títulos y dignas ediciones que muestran respeto por los autores y el lector mismo. En el año de 2015, nos hicieron llegar los testimonios recogidos por Carmen Inés Cruz y Francisco Parra Sandoval al conmemorarse los 30 años de la tragedia de Armero, donde es loable el esfuerzo por lo que llaman la recuperación de la memoria histórica de aquel evento que tanto dolor nos causó y cuya primera versión se hizo veinte años antes, titulada Armero: diez años de ausencia, en donde los mismos autores, acompañados de  Nelsy Rodríguez López cumplieron la misión.  Esta vez, para que todo no quedara en el aire, se desentrañan las lecciones que pueden ayudarnos en otros eventos similares, como también se rinde homenaje a los rescatistas de la zona afectada. Igualmente, bajo la pluma autorizada de los hermanos Parra Sandoval, se presenta un recorrido por La escuela total, al cumplir con estudios de caso como el de la Normal de Fallon, la de Ibagué, Icononzo y Villahermosa, donde se han formado los maestros desde hace no pocos años. El papel de los educadores allí tienen su espacio a través de autobiografías que muestran la riqueza oral y narrativa de los educadores y el significado de su ingente esfuerzo, en medio de limitaciones. Resulta difícil la labor en pueblos un poco aislados y los sectores populares, donde el desequilibrio y la desprotección cumplen el papel de reinas dentro de una sociedad desigual. Resultan conmovedoras algunas historias y entendemos cómo se hace verdaderamente patria por encima de los discursos oficiales y de qué manera este es un sector que debe atenderse con urgencia. Ahora estamos pendientes de la lectura o relectura de otros volúmenes de interés bibliográfico e histórico, tales como la reedición de la Geografía del departamento del Tolima que escribiera a comienzos del siglo XX, Eduardo Torres Vargas, cuando nuestro territorio contaba apenas con 39 municipios. La referencia humana y política resulta curiosa pero de mucha ayuda para clarificar nuestro pasado y vernos hoy. Dentro de esa misma línea en lo que pudiéramos llamar títulos para una biblioteca básica del Tolima, aparece San Bonifacio de Ibagué, documentos para la historia de esta ciudad que escribiera Hernando Márquez Arbeláez. Para quienes tenemos las primeras ediciones, resulta reconfortante verlas nuevamente editadas. Y un ensayo que lleva la firma de Camilo Polanco Torres, quien desarrolla el tema de La organización de la empresa política. La gerencia pública regional. Veo igualmente el registro de El cultivo de la verdad, un examen crítico sobre problemas de nuestro tiempo, firmado por Ramsés Fuenmayor. Ya llegaremos a ellos. Queda nuestra alegría al ver que la Universidad de Ibagué continúa su formidable trabajo editorial, el que sumado a otros libros no menos importantes, como la Obra selecta de Néstor Hernando Parra, por ejemplo, ofrecen la oportunidad feliz de conocernos mejor a nosotros mismos.